¿Por qué balance?

AutorJosé Luis Elizondo Cantú
Páginas117-119

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19. 1 Conservando el equilibrio en la fórmula universal de la contabilidad

El alumno preguntó con respeto:

–Maestro fray Luca, ¿por qué balance?

El maestro respondió:

–Se denomina balance porque su nombre se deriva de balanza, porque en esta siempre se conserva el equilibrio exacto entre dos platillos. Así, en el balance también siempre se conserva el equilibrio en lo que se denomina fórmula universal de contabilidad, en la cual siempre se da una igualdad entre Activo = Pasivo + Capital.

Con independencia de los registros contables, al registrar los cambios que sufren cada uno de los rubros de estos tres conceptos, debido a los registros de operaciones celebradas por el ente económico y como si fuera magia los importes pueden cambiar su conformación o integración, pero la igualdad no se rompe y se mantiene en pleno equilibrio como cualquier ley universal.

Y siempre volverá a ser Activo = Pasivo + Capital.

Volviendo al equilibrio, donde activo está conformado por bienes (en derecho se denominan derechos reales) y cuentas por cobrar (en derecho se denominan derechos personales), a cargo de terceros (deudas) y donde pasivo son deudas u obligaciones a cargo del ente económico y, a su vez, derechos de terceros externos (proveedores y acreedores). Y, por último, donde el capital son deudas a cargo del ente económico y derechos de terceros internos (socios, asociados y accionistas).

Cabe mencionar que fue gracias al Código de Comercio de Napoleón que se exigió, por primera vez en los bancos (hoy instituciones de crédito), una

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contabilidad para terceros inicialmente y, por efecto espejo, una contabilidad para el ente económico (banco), a partir de abrir un Haber para el tercero que invertía en el banco, para que leyera “Yo tengo” y, por efecto espejo, para que el banco leyera “Yo debo”. En este caso, vemos que el sujeto activo es el tercero que invierte en el banco y este último es el sujeto pasivo que recibe.

Lo contrario sucede cuando el banco prestaba a un tercero, entonces se le obligaba abrir un Debe al tercero para que este leyera “Yo debo” y, por efecto espejo, para que el banco leyera “Yo tengo”. Entonces el sujeto pasivo es el tercero que recibe dinero y el sujeto activo es el banco que da, en préstamo, dinero al tercero.

Al listar (ser/estar) los “Yo debo” contra los “Yo tengo” de terceros externos y los “Yo tengo” de terceros...

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