Otros autores y diferentes concepciones del Estado moderno
| Autor | José Antonio Arrubarrena Aragón |
| Páginas | 147-171 |
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CAPITULO 7
OTROS AUTORES Y DIFERENTES CONCEPCIONES
DEL ESTADO MODERNO
7.1. OTROS AUTORES
En la línea del pensamiento alemán, en su vertiente política y jurídica,
encontramos otros tratadistas que de alguna forma siguen como
herederos, ya para acrecentar el patrimonio revolucionario, o bien para
contradecirlo. Es muy numerosa la familia revolucionaria, -Blunschlli y otros-
que con matices diversos plantea al Estado, su naturaleza, contenido, origen
y fin, e incluso su justificación. Por supuesto no los agotaremos y solamente
enunciaremos algunos de ellos.
7.1.1. KARL SCHMITT, OTTO KOELLREUTTER, HÜBERY LOS IDEÓLOGOS DEL
NACIONALSOCIALISMO
Despliegan la doctrina de su maestro Kelsen y en la Teoría de la
Constitución, Schmitt justifica al Estado Nazi, pues si la ley aunque
persecutoria de los judíos y otras minorías de origen no ario, en el más puro
formalismo jurídico positivista es válida, consecuentemente el Estado Nazi se
justifica al amparo de la propia ley autoexpedida, ya que Estado y Derecho son
lo mismo, plasmados en la Norma Fundamental o Constitución. Esta
aberración es derivación lógica del formalismo de Kelsen, quien tuvo que
exiliarse de Alemania para no sufrir los efectos de sus teorías llevadas al
extremo por los nazis.
7.1.2. RUDOLF SMEND
Influido por el movimiento dialéctico llega a estimar que el Estado es
una integración dinámica, “plebiscito de todos los días”, que “vive y existe sólo
en este proceso de renovación perpetua, de devenir constante de un solo
pasado.
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7.1.3. HERMANN HELLER
Uno de los más serios tratadistas alemanes. Rechaza el doble Tipo o
Cara del Estado de Jellinek y con realismo quiere cerrar la brecha entre “ser”
y “deber ser”; “Heller aspira a la síntesis dialéctica hegeliana de los dos
momentos previos y contradictorios, y encuentra que “el Estado es una unidad
dialéctica de ser, y de deber ser, de acto y de sentido, encarnada en una realidad
social”. De aquí que contra los que quieren una teoría del Estado sin Estado,
manifiesta que esta unidad opera en la realidad histórico-social, como una
estructura real e histórica. “El Estado es únicamente un contenido parcial de
la compleja realidad de la vida”, una formación social y como tal, debe ser
comprendida, objetiva y metodológicamente, diferenciándola de toda estructura
de sentido pues “el Estado no es otra cosa que una forma de vida humano-
social, vida en forma y forma que nace de la vida”169.
Heller emplea la lógica hegeliana, y la encarna en la realidad social,
de suerte que esta realidad se perpetúa en movimiento dialéctico, que se vuelve
toma de conciencia y por ende en historia. Así, Heller pretende superar el
formalismo, pues si bien ser y deber ser corresponden a distintas categorías
lógicas, también es cierto que no tienen porqué estar separadas, sobre todo
porque a la naturaleza real, donde aparece el ser indefectiblemente aparece el
deber ser, síntesis que se da en la unidad dialéctica del hombre y en éste con la
realidad social, unificándose de tal manera lo que es real natural y lo que es
cultural articulado en el todo social. En este sentido para Heller, el Estado como
realidad histórica no es un fenómeno del pueblo, de la sociedad, de una
clase, raza o disuelto en el derecho como afirmaba Kelsen, sino que es
una unidad de organización, de decisión y de acción, con lo que en estos tres
conceptos destaca la pretendida unidad dialéctica: “la organización, la estructura
y efectividad organizada en forma planeada para la unidad de decisión y acción”.
“El Estado es la unidad dialéctica de todo eso; es la organización y
169 Heller Herman, TEORIA DEL ESTADO, Edición Fondo de Cultura Económica, Décima Primera
Edición, México, 1985 y en particular las referencias las tomamos de González Uribe
Héctor, op. cit, Pág. 39ysig.
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