Aumentan estudios de arte
| Autor | Tania Romero |
La oferta de carreras relacionadas con el arte, en México, ha crecido de manera importante en los últimos diez años.
Según datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) en 2001 existían aproximadamente 300 programas, cifra que aumentó a 450 en 2012.
Marisela Jacobo Heredia, subdirectora general de Educación e Investigación Artística del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el cual concentra la mayor oferta académica de carreras relacionadas con las actividades estéticas, afirma que en México el panorama del desarrollo profesional de las artes se está ampliando, lo cual abre oportunidades de trabajo.
Explica que, si bien cada vez hay un mayor número de instituciones educativas que ofertan carreras de arte y, por ende, más egresados y competencia, los profesionales no siempre tienen una formación académica escolarizada, lo cual marca una diferencia importante.
"En cuanto al mercado laboral, éste se ha diversificado, los egresados desarrollan competencias que les permiten su inserción no sólo en compañías artísticas, actualmente forman parte de la comunidad de creadores y productores independientes, participan en la gestión y promoción del arte, la docencia y la investigación artística", señala la funcionaria.
El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) en convenio con el Conacyt ofrece apoyos económicos para los interesados en cursar alguna licenciatura artística o desarrollar habilidades estéticas. Uno de los programas más importante es el de Jóvenes Creadores, el cual impulsa el trabajo de personas entre los 18 y 34 años para que desarrollen obras artísticas en el transcurso de un año.
Por otro lado, Fernando Calderón, director de Mercadotecnia y Relaciones Públicas de la bolsa de trabajo OCC Mundial asegura que existe una oferta considerable de vacantes para profesionistas de las artes.
"El número de vacantes totales en posiciones de arte son 6 mil al año, en términos relativos puede ser poco, pero en numero absoluto no está nada mal", apunta.
Profesionales de las artes creativas, diseño arquitectónico, digital y de interiores, agrega, así como escenógrafos, productores audiovisuales y fotógrafos son algunos de los perfiles requeridos.
Menciona que también hay una buena área de oportunidad en el ámbito académico, pues en las universidades llega a ser difícil encontrar talentos enfocados al arte que se desempeñen como profesores.
Entrega escénica
Pasión, disciplina y constancia representan la vida que Elisa Ramos asumió al convertirse en bailarina profesional, aunque ya tenía cinco años de practicar ballet fue hasta los 15 años de edad, en el Concurso Internacional para Estudiantes de Ballet en la Habana Cuba, que eligió esta profesión.
Elisa explica que la edad promedio para ingresar a esta carrera es de 10 años, por lo que durante los siguientes ocho, además de las clases correspondientes a su formación como bailarines, los estudiantes cursan materias avaladas por la SEP de quinto de primaria hasta preparatoria, mismas que les permiten egresar con la oportunidad de estudiar otra licenciatura.
"Cuando empecé a estudiar danza fue un cambio muy grande porque ya no estaba en una escuela normal, eramos grupos muy pequeños, clases y maestros muy exigentes, y cuando eres niño no estás acostumbrado a sentir dolor y cumplir exigencias que sientes son imposibles, es una carrera que te hace madurar muy rápido", comparte la egresada de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del Centro Nacional de las Artes.
A lo largo de su trayectoria en la escuela, Elisa tuvo momentos de duda para dedicarse a ser bailarina, por la demanda de tiempo, competencia y el desgaste físico, sin embargo, siempre mantuvo su sueño en pie y al concluir la licenciatura incursionó en la Compañía Nacional de Danza.
"Siempre había sido mi sueño bailar ahí, decidí hacer el servicio social, hice mi audición y me aceptaron, y en octubre de 2007, dos meses después de iniciar mi servicio surgió la oportunidad de hacer una audición para entrar a la Compañía, me dieron el contrato y en enero de 2008 trabajé como bailarina profesional", comenta la ejecutante en danza clásica.
Con una jornada de seis horas diarias durante seis días a la semana, además de los ensayos extra, se percató que pertenecer a una empresa profesional exige responsabilidad, compromiso y entrega de manera individual.
"Si no cumples con tus obligaciones no puedes formar parte de los elencos o no vas a las giras aunque pertenezcas a la Compañía", aclara la joven de 24 años, "son jornadas muy intensas que no te permiten hacer otra actividad, no puedes descuidarte porque es una carrera corta y entre más escuches tu cuerpo, te va a responder más años".
El desarrollo dentro de la institución se logra mediante el asenso de cinco categorías; cuerpo de baile, corifeos, solistas, primeros solistas y primeros bailarines, que se otorgan dependiendo del desempeño profesional.
"La rivalidad es muy fuerte y tu...
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