Antecedentes

AutorCarlos René Mathelín Leyva
Cargo del AutorContador Público Certificado
Páginas11-36
Antecedentes
Antecedentes del notariado
Los hebreos
En esa época, existían varias clases de “scribae,” que era los
escribas del rey, de la ley, del pueblo, y del estado, de los que
solían afirmarse que ejercían fe pública, aunque no la prestaban
de propia autoridad, sino por la que dimanaba de la persona de
quien él escriba dependía; pero como parece que se les usaba por
sus conocimientos caligráficos, se opina que estos escribas no eran
notarios, sino amanuenses.
Egipto
En Egipto existieron escribas sacerdotales encargados de la
correcta redacción de los contratos, al lado de los cuales estaban
el magistrado, funcionario que autenticaba el acto imponiendo su
sello. Se ha dicho también que por estar el papiro egipcio más
cerca de nuestro papel que el ladrillo babilónico o la tabla
encerada romana, es en Egipto donde encontrábamos una
muestra más antigua de la forma de nuestros documentos. El
profesor Seidl escribió: “En la época más antigua, entre los
negocios de derecho privado vemos un documento garantizado por
un sello oficial de cierre; en época posterior encontramos un
documento sin sellar, pero garantizado frente a añadiduras o
falseamientos posteriores por la observancia de un rígido
formulario y la firma del notario (sic) y de dos testigos, y en los
últimos siglos, por lo menos, los archivos y los registros
constituían otra protección más contra aquellas alteraciones”.
Grecia
En Grecia existieron oficiales públicos encargados de redactar
documentos de los ciudadanos. Se hablaba de síngraphos y de los
apógrafos y de un registro público llevado por los primeros,
“verdaderos notarios”. Otros hablan de los funcionarios conocidos
como Mnemon (Promnemon), de quienes se afirma estaban
encargados de formalizar y registrar los tratados públicos y las
convenciones y contratos privados.
Roma
Las leyes romanas encomendaban misiones notariales a multitud
de personas. Los autores hablaban del Tabellio, de Tabullarius;
de Notarius, Amanuensiis, Argentarios, y 20 nombres más, con lo
que se demuestra que la función estaba dispersa. A través del
Tabullarius y del Tabellio se llega a la figura del notario, que se
distinguía de los nuestros, en que la solemnidad de los actos no es
el resultado del instrumento, sino la práctica ritual
(pronunciación de las palabras de la formula en la sponsio, la
entrega de las cosas en los contratos reales.). Y cuando hace falta
la forma escrita, los intumenti son escritos que puede redactar
cualquiera porque no se exige la intervención del Tabullarius o
del Tabellio.
Edad Media
En los países europeos se nota una tendencia encaminada a que
los escribanos refuercen su papel de fedatarios; y aunque es difícil
para los autores precisar la historia del notariado en esta época,
es indudable que va en aumento el prestigio del instrumentum
extendido y suscrito por el notario, pues ya en el siglo XIII
aparece el notario como el representante de la fe pública.
Escuela de Bolonia
A la escuela de Bolonia, se atribuía la mayor influencia en el
desarrollo de la ciencia notarial. Si bien esa influencia es
indudable, en cambio España estaba a la cabeza del movimiento
legislativo en materia notarial. El oficio escribano en “publico,
honrado y comunal para todos”; y las Partidas después en los
títulos 16 y 19 de la partida tercera, construyen el notariado como
una función pública y regulan la actuación notarial con bases que
han sido sostén de la institución hasta la Ley Orgánica Española
de 1862.
Tractus Notularum
La traducción de latín se refiere “Los valores de la vía”, Es una
especie de introducción al arte notarial y que contiene estudios de

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