Amor disfrazado

AutorMoisés Castillo
Páginas63-69
63
A MÍ NO ME VA A PASAR
III
Amor disfrazado
Por Moisés Castillo
I
El aire sacudía la cortinilla. El sol se metió a la habitación y Luisa
despertó hambrienta, sus tripas crujían. Después del viaje quedó
noqueada. Se percató que Avimael no estaba. Quizá su novio salió
a comprar cigarros o el desayuno. Él abrió la puerta y preocupado
confesó:
—Qué crees… que no encuentro a ese cabrón que me debe
el dinero.
—¿Pero qué vamos hacer? Tengo mucha hambre.
—Pues con lo que te pagaron en la semana compramos algo.
—Ya no tengo nada, yo compré los boletos del autobús.
—Mira, ya peiné la zona y nada más hay empleos en mini-
supers.
—¡Avimael, no me puedes salir con esto! Déjame hablar con
mi familia para que nos mande dinero y nos regresamos…
—No, no, ni pensarlo, ¿te imaginas qué van a pensar de mí?
Tú ya te saliste y no puedes volver a tu casa.
—Entonces, ¿qué vamos hacer?
—Luisa, perdón, soy un padrote.
Ella y su corazón en la garganta.
II
Luisa no sabía en qué momento el amor migró a dolor. Es-
taba a unas cuantas horas de ser explotada sexualmente, de estar
con desconocidos, de olerlos, de temblar, de apretar los dientes.
Vivía un fin de semana de pesadilla. Ella se preguntaba en silencio,
¿qué voy hacer? ¿Cómo le voy a decir a mi papá que necesito de
su ayuda? Pensaba escaparse, pero otra vez surgía el miedo. Y si
me pega, y si viene con sus amigos. Su cabeza explotaba. Con Avi-

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