La amarga realidad del azúcar

AutorYolanda Ceballos

A unos días de que desaparezca Financiera Nacional Azucarera, conocida como Finasa, organismo encargado de dar financiamiento a la industria azucarera, comienza a surgir la inquietud entre propietarios de ingenios y cañeros respecto al futuro que le espera a la industria sin recursos frescos para capitalizarse y salir de la actual crisis.

La incertidumbre en torno al futuro del resto de los organismos que intervienen en el sector comienza a hacerse también patente entre los involucrados en la actividad azucarera.

Finasa surge en 1953 como Banca de desarrollo que otorgaba crédito directo a la industria azucarera con el propósito de capitalizarla y facilitar su desarrollo económico.

Entre 1988 y 1992 este organismo se encargó de hacer las licitaciones para la venta de los 48 ingenios que administraba el Estado y se encargó del cierre de 6 ingenios que presentaban problemas de rentabilidad financiera y obsolescencia.

De acuerdo con declaraciones de Carlos Artolozaga, presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera en 1994, la crisis del sector azucarero inició en 1991 cuando el Gobierno decidió importar 2 millones 800 mil toneladas a precios por debajo del costo de producción del azúcar mexicana y sobreofertó el mercado interno.

"Esto generó una depresión en los precios, lo cual se sumó a la insana situación de que el costo de producir azúcar se mantenga superior a su precio de venta.

"Se generó una descapitalización de la industria azucarera. Se acumularon pérdidas equivalentes al valor de 20 ingenios de los 60 que hay en el país", refirió.

Durante la privatización, hubo interesados que no contaban con capital suficiente para liquidar el valor de los ingenios al contado y Finasa les permitió el pago en plazos.

Al 3 de marzo de 1994, los industriales tenían adeudos por 2 mil millones de nuevos pesos, de los cuales 500 millones estaban en cartera vencida. De este total 80 por ciento correspondía a Finasa y el 20 por ciento restante a la Banca comercial.

Entre Enero a Septiembre de 1994 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, SHCP, le redujo el presupuesto de 962 millones de nuevos pesos, lo que representó una disminución de 98.7 por ciento.

Las cosas comenzaban a ir mal tanto para Finasa como para los ingenios, que para el 31 de marzo de 1995, tenían pasivos que sumaban 7 mil millones de nuevos pesos.

Como los ingenios se encontraban en una situación difícil, el 27 de Agosto de 1995 Finasa decidió reestructurar la...

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