Alfonso Pérez-Cuéllar: La importancia de la Ley General de la Abogacía Mexicana

AutorÁngel M. Junquera
Páginas22-26

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En primer lugar, háblanos de tu persona ¿Por qué decidiste ser abogado?

Una de las principales razones que me impulsaron a ser abogado fue que mi padre es abogado, lo cual evidentemente generó mucho contacto con el Derecho, con los tribunales y con todos esos aspectos que tenían que ver con la justicia. Siempre quise empezar a trabajar con
él, incluso desde el inicio de la carrera,
y afortunadamente ahora somos socios. Ejercemos en materia de litigio civil, mercantil, concursal y amparo también en esas materias.

¿Qué ha representado para ti estar al frente del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados? ¿Cómo ves al Ilustre?

Como sabes, existen muchas opciones de colegiación en este país, toda vez que ante la falta de colegiación obligatoria hay diver-sas alternativas. Entre los colegios de más tradición y prestigio están lógicamente el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México, la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, y la Asociación Nacional de Abogados de Empresa. Muchos abogados de mi generación, incluso muchos amigos míos, ingresaron a otros colegios, pero yo me acerqué al Ilustre al conocer su historia, su enorme prestigio y al saber que había sido el colegio nacional de México con más de 250 años de tradición, que ha jugado un papel tan importante en el desarrollo de la abogacía de nuestro país. Quien me invitó a participar en el colegio fue Óscar Cruz Barney, hace más de 15 años, cuando él era secretario. Empecé a trabajar activamente, primero como invitado a las juntas, después como coordinador de la comisión de Derecho civil y luego de Derecho constitucional. Finalmente llegué a ser primer secretario del colegio y afortunadamente, con mucho orgullo y con mucho honor, en la actualidad soy presidente del colegio

Actualmente hay tres temas medulares en el mundo de la abogacía: el Estado de Derecho, cómo consolidar una cultura de la legalidad —la cual es muy ajena hoy a nosotros—, y algo por lo que hemos estado pugnando mucho: la Ley General de la Abogacía Mexicana. Empecemos por tu visión acerca del Estado de Derecho. Lógicamente es una demanda constante. Éste es uno de los temas que nos ocupan en el día a día: el reclamo —desde hace muchos años— de que no hay un verdadero Estado de Derecho, de que impera la impunidad,
lo cual lógicamente corroe la impartición de justicia, con impactos negativos en términos sociales y económicos. Por estas razones tenemos que apuntalar todos los esfuerzos para el fortalecimiento de la cultura de la legalidad, misma que está engarzada necesariamente con el Estado de Derecho.

Dentro de ese engarzamiento del que hablas hemos visto que incluso la OCDE ha hecho mención de que el bien vivir debe estar sujeto al Estado...

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