Agenda Ciudadana/ Nuestro tiempo en perspectiva

AutorLorenzo Meyer

El ciclo catastrófico

La idea no es mía, sino de un grupo de historiadores mexicanos y americanos que la presentaron recientemente en una conferencia en el instituto cultural que tiene la embajada mexicana en Washington. El meollo de tal idea se puede resumir así: si en 1810 y en 1910 el cambio político ocurrió por la vía catastrófica, ¿ocurrirá lo mismo en el 2010?

A la interrogación se le puede responder que no necesariamente. En efecto, en este inicio de siglo no tiene por qué suceder en México lo mismo que aconteció 100 y 200 años antes. En principio, es una mera coincidencia que la evolución del proceso político mexicano al concluir el primer decenio de los siglos XIX y XX haya desembocado en sendas catástrofes, en dos guerras civiles crueles y destructivas y que, en ambos casos, tardaron casi un decenio más en resolverse para dar lugar al inicio de un nuevo régimen.

Los siglos son medidas convencionales del tiempo y no están ligados, para nada, a los factores que intervienen en los grandes arcos históricos. Sin embargo, y aunque sea mera coincidencia de los acontecimientos con las fechas, no deja de ser interesante explorar lo que sucedió antes y después de 1810 y 1910, es decir, de los años en que se iniciaron las dos explosiones sociales que marcaron a sangre y fuego los inicios de sus respectivos siglos. Es casi inevitable verse llevado hoy a comparar esos dos dramáticos momentos entre sí y con los desarrollos que tienen lugar en este inicio del siglo XXI. Se trata, simplemente, de un pretexto para explorar y poner en perspectiva nuestro propio tiempo histórico.

En 1986, John Tutino, un historiador norteamericano de la universidad de Georgetown, ofreció dos conceptos -compresión y descompresión agrarias- que resultaron muy útiles para entender la esencia de dos épocas históricas mexicanas. En el esquema de Tutino, los 70 años que siguieron al grito de Dolores fueron una etapa de descompresión, en tanto que los años del porfiriato lo fueron de compresión. (From Insurrection to Revolution in Mexico. Social Bases of Agrarian Violence, 1750-1940, Princeton University).

En el mundo físico, la compresión no es otra cosa que un proceso para estrechar, reducir, reprimir o contener algo y, desde luego, la descompresión es lo opuesto: la condición en virtud de la cual la presión "normal" retorna a un cuerpo. Para efectos sociales, y siempre según Tutino, la sociedad agraria mexicana ha sido objeto de fuerzas compresoras -que estrechan y reprimen- y descompresoras...

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