Adiós al gigante del arte

AutorDaniel de la Fuente. Con información de Teresa Martínez

Murió pintando. Así lo describen quienes estuvieron presentes durante estos días, los últimos, en la vida de Gerardo Cantú, el artista más emblemático de Nuevo León.

Memoria de la cultura local y nacional, que protagonizó el siglo 21 y llegó intacto y con nuevos afanes al nuevo milenio, el artista falleció a los 87 años en su casa ayer durante la mañana por Covid-19. Le sobreviven sus tres hijos Mariana, Alejandro y Miguel Ángel que tuvo con la escritora Marinés Medero, fallecida en 2009.

De acuerdo con Elvira Lozano de Todd, directora de la Pinacoteca de Nuevo León y quien estuvo cercana al artista, Cantú no dejó de crear ni un día pese al contagio y a la leucemia que desarrolló en los últimos años.

"Él seguía pintando, todo el tiempo", afirma sobre el artista, que falleció ayer durante el sueño. "Nunca se detuvo en el arte porque era parte esencial de su vida".

Pintura, escultura, grabado, litografía y muralismo fueron algunas de las vertientes de este artista que, como ningún otro artista nuevoleonés, fue exhibido varias veces en el Palacio de Bellas Artes y en otros recintos del País y del extranjero.

Las últimas apariciones públicas del pintor y escultor fueron en la apertura de la exposición "Tres pioneros de las artes en Nuevo León", en la Pinacoteca de Nuevo León, dedicada a Alfredo Ramos Martínez, Fidias Elizondo y Federico Cantú, y en su propia exposición 2020 / No te olvidaremos", que se expuso en la Galería Rocío Castelo, en junio, con alrededor de 30 obras realizadas por el artista durante la pandemia, y que cerró hace unos días.

"Es el mejor artista de Nuevo León. Uno de los mejores hombres que he conocido, muy de ayudar a la gente humilde, de entender que la única manera que nuestro estado crezca es cambiando nuestra situación cultural", dijo Castelo.

Con este fallecimiento, Nuevo León ha perdido en poco más de un mes a cinco de sus más destacados artistas: Rosario Guajardo, el 21 de junio; Juan Carlos Merla, el 12 de julio; el zacatecano Juan Manuel de la Rosa, quien empezó aquí su trayectoria, el día 15; Héctor Carrizosa, el 18 de julio, y ahora Cantú. Nunca en la historia de Monterrey había sucedido algo así.

SU VIDA

Nacido en Nueva Rosita, Coahuila, el 12 de mayo de 1934, llegó a Monterrey a los 8 años junto con su madre y hermanos, ya que su padre, regiomontano, falleció cuando él tenía 5 años de edad.

Aquí cursó sus estudios básicos y estuvo en el emblemático Taller de Artes Plásticas de la Universidad de Nuevo León...

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