Pelean ruleteros mercado

AutorREFORMA/Staff, Alan Miranda y Dayna Meré

Opera como jefe

REFORMA/Staff

Javier lleva casi 7 horas al volante cuando le fue solicitado el servicio, pasada de las 13:00 horas frente a REFORMA, en Avenida Universidad.

Éste será uno de los cerca de 40 viajes que según él realiza diariamente en todo el DF a bordo de su taxi libre.

Su Tsuru, modesto más no sucio, tiene sus asientos enfundados en playeras deportivas, acorde con la vestimenta del conductor, quien de inmediato estira su brazo para abrir la puerta trasera a su pasajero en turno e inmediato activar su taxímetro.

Javier toma calles y ejes sin titubear para llegar al World Trade Center (WTC), lo que garantiza sus 8 años como taxista, oficio que ejerce porque asegura que en el País no hay muchas posibilidades para otro empleo y para éste sólo necesita su tarjetón.

Aunque parezca extraño, durante el transcurso respetó cada semáforo.

Este hombre, que inicia su jornada a las 6 de la mañana, gana en promedio 8 mil pesos mensuales libres de gastos, es decir, 96 mil año, gracias a que desde hace 5 años es dueño de su taxi, que le costó casi 50 mil pesos entre el pago de placas y servicios.

Entre seguro, placas, revista, verificación, mantenimiento y gasolina, invierte cada año en promedio alrededor de 110 mil pesos.

El trayecto es corto. Antes de llegar pregunta en dónde debe detenerse.

Cobra los 34 pesos que marca el taxímetro y se despide con un "gracias a usted, que le vaya bien".

A FAVOR

· Es su propio jefe.

· Maneja su administración y por tanto no rinde cuentas a nadie.

EN CONTRA

· Gana 4 mil pesos menos que un operador de Uber.

· No tiene el respaldo de una empresa ni prestaciones.

· Asume todos todo los gastos que implica operar un taxi.

Ofrecen servicio fast

Alan Miranda

Con ayuda de una aplicación móvil, REFORMA solicitó cerca de las 12:30 horas una cotización en Uber Black, la versión de servicio ejecutivo de Uber, para un viaje de Pabellón Del Valle, en la Colonia Del Valle, al World Trade Center.

Inmediatamente después de pedir el servicio, que costó 111 pesos, se intentó llamar al operador para avisarle que el viaje se necesitaba para las 13:00 horas en punto, pero nunca contestó, pues su móvil, que aparecía con sus datos, había sido robado un día antes.

Unos pasos antes de llegar al punto acordado, el conductor llamó para reportarse, dijo su nombre, qué auto conducía y especificó dónde estaba esperando.

Vestiduras de piel, un deso- dorante discreto y una absoluta limpieza fueron algunas de las características del...

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