Afectados, pero unidos
| Autor | Tania Romero y Ana Belén Negrete |
Daniel Rubén Rojas es parte del equipo ESIMEZ Robots, que recientemente le dio a México su primera medalla de oro en la categoría de microsumo. Este alumno destacado, quien tiene entre sus planes llevar sus robots luchadores de 5 centímetros a Japón, enfrenta sentimientos encontrados ante el movimiento estudiantil del IPN.
Por un lado, está a favor de que los estudiantes actúen y celebra la unión que se ha generado entre éstos, pero teme a las repercusiones del suceso.
"(El movimiento) ha unido a estudiantes. Yo veía una escuela muy apática, incluso para integrarse a los equipos de robótica; ahora la gente es más proactiva, y es bueno que se organicen para que el Gobierno no haga lo que quiera. Están tomando las cosas con seriedad", dice el alumno de Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica.
"Estoy completamente en contra de marchas o paros, pues hay gente que está desarrollando sus tesis y tiene tiempo calendarizado y esto puede afectarlos.
En nuestro caso, lo preocupante sería que ya no pudiéramos ir a competir a Japón (en diciembre). El IPN nos paga todo, pero tenemos que gestionar los recursos dos meses antes".
Abisaí Cruz, quien ha sido parte del IPN desde 2002, coincide en el efecto que ha tenido el movimiento. El egresado de Relaciones Comerciales en la ESCA Tepepan actualmente desarrolla una compañía de base tecnológica con el apoyo de la Incubadora de Empresas del IPN.
"No sólo a la comunidad politécnica, sino a todo México le demuestra que los politécnicos pueden unirse por una causa en común y que pueden realizar manifestaciones de forma respetuosa y organizada. Se mostró que cualquier problema presente o futuro tendrá el apoyo y la fuerza de su comunidad para resolverlo", asegura.
Para Cruz, el mayor error en que han caído las autoridades es que no han establecido un diálogo directo con alumnos; por ejemplo, al explicar los cambios del reglamento interno.
"El silencio de las autoridades y la incompetencia para comunicarse no ayudó a que el problema se resolviera; al contrario, creció desmesuradamente y ya no sólo con los planteles politécnicos, sino también con el apoyo de diversas universidades y organizaciones civiles, que dio como resultado el ganarse la empatía de la población", comenta el politécnico.
El joven de 28 años fue el administrador de las redes sociales oficiales del Instituto, cargo del que fue destituido a finales de septiembre, asegura, por querer acercarse a los estudiantes. En su perfil de Facebook deja ver...
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