La constitución del pueblo y para el pueblo: reminiscencias y desafíos
- Editorial:
- vLex México
- Fecha publicación:
- 2019-07-23
- Autores:
- Enrique Uribe Arzate
- ISBN:
- 978-607-8685-04-2
Descripción:
Es posible que pocas palabras tengan un uso tan desafortunado como la voz “Constitución”. Su empleo indiscriminado, que sirve para el debate político y hasta para el uso faccioso, suele ser variopinto y hasta veleidoso; esto se puede confirmar cuando al invocar la ley de leyes, la Carta Magna, o la lex fundamentalis, es posible torcer su sentido primigenio hasta llevarlo a su perversión y despropósito, desde la ambigüedad y la ignorancia. La apropiación insana que algunos académicos y muchos políticos han hecho de esta palabra solo ha servido para desnaturalizar su significado auténtico; al arrancarla de su razón histórica y de su irreductible vinculación con la vida diaria del pueblo, la Constitución fue encajonada en las líneas de unas normas pretendidamente superiores. A partir de entonces, la Constitución es un tipo de norma jurídica que pocos conocen y casi nadie respeta. Este conocimiento pobre y limitado ha torcido la concepción de nuestra Constitución, y por no trascender el ámbito de las normas jurídicas, su observancia y cumplimiento poco significan para los habitantes y aún menos para quienes gobiernan y se sirven de ella para justificar sus decisiones. Ante este panorama de confusión y desatinos, nos queda preguntarnos qué es nuestra Constitución después de su primer centenario de vigencia. Este libro intenta eslabonar algunas ideas encaminadas a dar respuesta a esta pregunta que todos los días nos inquieta. La Constitución que eslabona afanes, que condensa historia y luchas pretéritas, que engarza anhelos para el porvenir, es el patrimonio del pueblo, es la constitución del pueblo mismo. Al margen de las muchas teorías que hay al respecto, las reflexiones aquí contenidas nos llevan a constatar en la vida diaria que cualquier referencia a la Constitución nos ofrece una lectura desde las normas jurídicas; sin embargo, también la vida diaria refuerza la idea de que la Constitución es mucho más que normas jurídicas. De este modo, la idea de una Constitución del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, condensa la aspiración máxima de cualquier grupo humano: que la libertad y la igualdad inexcusable de los habitantes marquen el derrotero de la res publica y que cualquier persona que ejerza el poder público pueda ser vigilada, auditada, controlada y sancionada. En suma, el poder del Estado tiene que estar al servicio de los habitantes.
Primera parte. ¿Qué es la constitución?
Segunda parte. Decálogo constitucional
- Primer Principio. El pueblo es libre y soberano. El poder público se instituye para beneficio del pueblo
- Segundo principio. El pueblo desea vivir en paz y con seguridad. Las instituciones deben propiciar el desarrollo y el progreso para el bienestar de los mexicanos
- Tercer principio. La democracia es una forma de vida basada en el constante mejoramiento de las condiciones de vida de los mexicanos. Es responsabilidad del pueblo velar por este principio vital
- Cuarto principio. El pueblo ha decidido ser una república, representativa, democrática, federal y laica
- Quinto principio. Los partidos políticos y los procesos electorales son la vía de acceso al poder público. La constitucionalidad de unos y otros será verificada permanentemente por el pueblo, a través de su Tribunal Constitucional
- Sexto principio. El poder público garantizará los derechos vitales de los mexicanos: dignidad, libertad, igualdad, seguridad (jurídica y humana)
- Séptimo principio. El pueblo tiene derecho a vivir dignamente con plena satisfacción de sus necesidades y con posibilidades de capilaridad social
- Octavo principio. Los servidores públicos serán permanentemente vigilados y rendirán cuentas de sus actos
- Noveno principio. El pueblo mexicano debe ser agente protagónico en América y el mundo. La cultura y talento de los mexicanos deben influir en la transformación del modus vivendi en el continente y con una proyección imbatible hacia otras regiones de la tierra
- Décimo principio. El pueblo puede ensanchar el ejercicio de su libertad para que su organización política amplíe sus horizontes. El gobierno, a través de las instituciones públicas debe acrecentar el poder del pueblo, para que los derechos individuales y colectivos de los habitantes sean asegurados dentro y fuera de México
Tercera parte. Un catálogo en prospectiva