El abogado del Diablo

AutorPablo Martínez Lozada
Páginas44-45

Page 44

Para las generaciones recientes, El abogado del Diablo es una película atroz, basada en una novela de Andrew Niederman, en la que Keanu Reeves desempeña el papel de un abogado que, sin saberlo al principio, se pone a trabajar para el Diablo (un Al Pacino vulgar y sobreactuado que, a pesar de ello, ofrece la mejor interpretación de la película). La frase del título quizá suene algo familiar a los espectadores más jóvenes, pero es poco probable que los remonte a otro antecedente literario, mucho menos a su antecedente histórico y jurídico.

El antecedente literario es otra novela. En 1959, Morris West publicó un libro llamado también El abogado del Diablo. West reconoció el interés que, contra lo que muchos supondrían, puede tener el derecho canónico para una novela moderna. La historia versa sobre un sacerdote inglés enfermo de cáncer terminal que debe actuar como abogado del Diablo en un proceso de canonización en Roma. Por supuesto, el difícil proceso, que implica examinar con lupa una vida que le es ajena y cuestionarse sobre la naturaleza misma de la santidad, lo lleva a hacer el verdadero examen de conciencia de un moribundo y a plantear finalmente su papel ante Dios y ante el mundo.

¿Qué significa ser abogado del Diablo? Se trata de una figura que data del siglo XVI y cuya tarea puede resumirse en exponer (y defender) la evidencia contra la beatificación o canonización de un candidato a beato o a santo durante un proceso. La instituyó formalmente, en 1587, Sixto V. Aunque su papado presenció sucesos discutibles como la excomunión de Enrique de Navarra y proyectos que francamente acabaron mal (como el traslado del Santo Sepulcro a Roma y una nueva y malhadada traducción de la Biblia Vulgata), también fue una de las figuras trascendentes de la Contrarreforma, que sentó las bases para la reestructuración de la Iglesia, en particular del Colegio de Cardenales.

El establecimiento del abogado del Diablo en los procesos de canonización fue muy importante porque instituía un elemento formal muy serio en la decisión sobre aceptar o no la santidad de algún personaje: esta decisión tendría que tomarse considerando no solamente los argumentos a favor presentados por el llamado abogado de Dios o promotor de la fe, que eran evidencias que necesariamente estarían magnificadas por la devoción personal de algunas personas; también debería tomarse en cuenta, con toda la formalidad de cualquier proceso, la evidencia en contra que pudiera...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR